Donostia fue mi segundo viaje, y descubrí muchas cosas nuevas: la montaña, la playa, la nieve y, especialmente, la lluvia. Acabe empapado todos los días.
Me teniais que haber visto persiguiendo a una perrita francesa por la playa de la Contxa.
Me lo estava pasando super, hasta que se puso a diluviar.
Aquí estamos comiendo un palo de regalíz protegidos de la lluvia.
|